31.8.09

¿Y todo para qué? - Natalia Lafourcade

Va para tí I. R. Z.

29.8.09

Deseos...


Estas intentando dormir y en tu cama inerte te encuentras, a lo lejos escuchas una canción que te hace recordar cosas que te han sucedido y que ahora no terminas de comprender porque acabaron.

Comienzas entonces a ver a todo tu alrededor, todo es oscuridad y quietud te das cuenta de que el tiempo ha pasado tan lento que el día esta lejos de comenzar, pero tu mente aun alerta te agobia con ideas y recuerdos, tu cuerpo rendido se encuentra, pero tal pareciera que tu cerebro te pide un poco más de actividad, tal ves él ahora no desea soñar.

Entonces comienzas a dar rienda suelta a tus impulsos, bien, tienes pretensiones de verle de nuevo, pero te preguntas como hacerlo, sabes bien que no es amor lo que te hace desear estar de nuevo frente a esa persona, sabes bien que no es amor, es mas bien una mezcla de nostalgia y pasión, eso es, sabes que el amor que no le diste ya alguien más se lo da, y permitiste que se alejara mientras tú no hacías nada, sabes bien que quien estaba contigo se merecía algo mejor de lo que tu estabas y estas en disposición a ofrecer, pero como olvidarlo, como dejar esos labios que tanta pasión te dieron y de los que jamás dejaron de surgir palabras que te confortaban, nunca discutían pues no había nada que reclamar, ese es el tipo de ventajas que te da el tener relaciones en las que nada esta dicho y no tienes seguro como fue que comenzaron, eso y otras cosas,

Recuerdas su piel, ojos y la preciosa forma en que se movía, y miras sus dientes, su lengua, sus manos… escuchas su voz…

Sabes que ya no podrás jamás encontrar a alguien igual, y te das cuenta de lo que has dejado escapar, pero sigues reteniéndolo no lo dejas ir, ni quieres regresar ¿Y sabes porque? Por que sabes que junto a ti sufriría y piensas que eso que sabes dar es demasiado poco y que si no te arriesgas podrías perder a quien puede ser el amor de tu vida, si es que no lo has perdido ya…

LEYAND

26.8.09

SOLEDAD


En medio de la temible soledad me encuentro, es oscura, es triste, es serena, en medio de esta soledad es como me encuentro en paz.

Es una soledad acompañada, es mi oscuridad sin fin, es mi momento más cruel, el más desafiante, es mi encuentro con lo más terrible en mí.

Mi oscuridad, la cuido, la protejo, puesto que esta parte de mi vida es la que me hace sentir humano, porque veo que no hay perfección en mí...

Leyand



19.8.09

Fragmento



La noche que guardas en la mano, la noche que abres para acariciarme, me cubre como un manto navegable.


Voy hacia ti, lentamente. En la noche, el brillo de tus ojos me conduce. Veo tu rostro en ese sueño. Veo tu sonrisa. Me dices algo que no entiendo. Te ríes. Entonces me lo explicas con las manos, tocándome. Dibujas tu nombre en mi vientre, como un tatuaje, con letras por ti inventadas, que son caricias. Voy hacia ti, con infinita paciencia, como si un inmenso mar entero fuera la medida de este viaje. Voy de la orilla de mi cuerpo al tuyo. Tu sonrisa es mi viento favorable.


La noche en el hueco de tus manos canta como el mar, con furia. Llenas mi espalda con las huellas de un oleaje que entra suave y arañando se retira.


Entras en mis oídos dibujando caracoles marinos: dentro llevo ya tus tormentas, tus ciclones, tus abismos. Tus voces bajan ya por mi garganta. Entras también en mis ojos con tu mirada: los tuyos tienen el color cambiante del agua. Entras en mi pecho con el tuyo: la piel protesta haciendo remolinos. En la orilla más baja de mi vientre tus caderas dejan, una y otra vez, la curva más violenta de tus olas: bañas mis playas, las golpeas y las devoras. Tu espuma y la mía se mezclan, como mis labios y los tuyos.


Tu cuerpo de agua canta. Sus voces me llevan en su corriente. En la noche de tus manos visito todos tus sueños. Déjame contarte con las manos los míos.

Anonimo

Se Esconden

De noche se esconden todos los sucesos, las alegrías, las heridas...
se esconden para dar paso a los sueños que narran los deseos más profundos,
se esconde las caricias, los besos, las mordidas...
se esconden para recrear otras nuevas
y para hacer la espera de volver a verte mucho más ligera.

Leyand

17.8.09

Dame un Beso Grande

Ven siéntate a mi lado,
No quiero hablar de amor,
No quiero que te enteres,
Que hay en mi corazón.


Repíteme tu nombre,
Con la más dulce voz,
Y dime, que te mueres,
Por abrazarme amor.


Y dame un beso grande,
Muy grande, grande, grande,
Como hace ya mil labios,
No había besado yo.


Y dame lo que quieras,
Y no me hagas promesas,
Que quiero descubrirte,
En esta habitación.


Hoy no, tomes tú tiempo,
Que no lo tengo yo,
No quiero, convencerte,
De nada, y por favor.


No, no me digas TE QUIERO,
No me hace falta hoy,
Solo quiero perderme,
En tus ojos de sol.


Y dame lo que queda,
Al final, de la escalera,
Enciérrame en tu cuerpo,
Y no en tu corazón.

Y dame un beso grande.
E. Oceransky