Antonio se encontraba preparando su viaje de regreso a la Amazonia, había acudido en una expedición anteriormente junto a Eunice, su esposa, para realizar un trabajo de campo final después de una extensa investigación antropológica sobre los rituales vudú de tribus afrobrasileñas de la región.
Iba determinado a concluir su investigación dado que el viaje anterior fue interrumpido abruptamente por un suceso que marco su vida, Eunice contrajo un virus extraño que la enfermo de forma grave sin poder recuperarse, perdiendo la vida.
Antonio se había fijado el objetivo de poner a prueba todas esas teorías que había formulado y reescrito tantas veces, cuando presencio aquellos rituales tan conocidos y tan extraños, que desafían a la razón, con una carga inmensurable de significados y energía que solo los habitantes de esas tribus eran capaces de comprender y procesar.
La noche en que Eunice murió acontecía el ritual más importante para la tribu; cuando los muertos resucitan para compartir esa noche con los vivos, así pues, Antonio quería a toda costa comprobar esta teoría resucitando a su amada Eunice, en su viaje de regreso. Antonio llego a la zona donde la tribu, en la noche en que hace un año murió Eunice, todo estaba preparado para hacer traer a su amada de regreso y siendo participe de las danzas y letanías de entre los habitantes que participaban del acto; ella surgió junto a los otros muertos en el punto culminante de la noche; cuando despertó el ritual seguía ahí languideciendo, pero ella no, ella se había ido con esa duda eterna, fue real, o sólo un sueño, desde ese entonces cada año Antonio va a ver a su amada Eunice y entre el sueño y la desilusión, la vida le pasa muerta y él revive en esa única noche…
Leyand